Segador
de lágrimas de fuego,
con
el Sol de compañero,
que en un mar de largas vegas,
separas
la tierra, y la arena.
Abrasa
el Sol, el aire quema.
¡Ciega,
segador ciega!
Hasta
consumir gota de sangre,
hasta
retirar el Sol,
el
velo inquebrantable.
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