viernes, 24 de julio de 2015

Un río de cascabeles crujía en fresca noche
el olivo se recreaba mientras las crines se duermen
el camino, la vereda con viento se adormece
con son de tranco campero, la fusta ni se entretiene,
viene soñado mi jaca con lunas y riendas morunas
tiene el sudor por pañuelo y escarcha por perla fina
con herraduras de mimbre sobre la arena dibuja
el reflejo del amante, soñador del son campero, 
caballistas y cocheros que mamasteis de lo bueno
del campo que supuraba con gracia y con son vaquero
relicto de mis abuelos que nacieron por mis adentros
la estampa de caballista de esos que sienten dentro
cuando muriendo la tarde sobre el camino el torero
la luna quiere guiarnos por los caminos del cielo.








Primero por dentro

Sacúdase, no la tierra,
si no las penas.
Levante los brazos
y grite, pierda el conocimiento,
el barro de las botas,
pierda el peso de la perfección
y gane fuerza en el corazón,
dúchate, y deja que todo salga,
sal a correr, aparte la esperanza,
ríase mundo y tire los pañuelos,
agárrate a la vida, no pierdas el camino,
suspira hondo, aún no todo está perdido,
deja que otros barran, tú mantente callado,
arranca la pena, ponle un candado,
tira tus desganas, olvida el pasado,
encuentra tú huella, tú media morada,
expulsa recuerdos, cicatrices y versos,
arrodilla el orgullo, levanta canalla,
no te quedes, explota por dentro,
canta por fuera, vive tus sueños,
que te llamen loco, que sobran los cuerdos,
agarra cinturas, captura miradas.
No te quejes, hambre no tienes
ni te falta el agua.
Despinta ojeras, si agarras la cama,
destroza almohadas, corre sin paradas,
inmólate, si ves que te duele,
tócate el alma, araña espaldas,
decapita cerebros, bombardea sentimientos.
Encuéntrate,
primero por dentro.