Parad y pensad, ¿Cómo soñar despierto? ¿Hacer
realidad nuestros sueños? ¿Ser dueños del tiempo? La respuesta es más sencilla
de lo esperado. Hay que viajar. Viajar al mundo de la imaginación, donde todo
está permitido y puedes sentir el placer de jugar a ser Dios.
Todos los días imaginamos aquellas cosas
que soñamos, quizás ambas se nutran recíprocamente una de la otra, quién sabe,
solo sé una cosa a ciencia cierta, la vida sin imaginación es pura tristeza.
Cielo.
Miro
al cielo, veo cielo
imagino
cielo, y os veo a vos.
Insultante
en el firmamento
alumbrando
lunas y estrellas
cual
faro que guía el lamento
del
naufrago marchito en pena.
Angustia
siente el aire de ser cielo,
la
brisa de ser tormento,
mis
besos, de ser tus beso,
y los
suspiros de pensamientos.
Yo
que siempre imito al Sol
que
acaricio todo con mi espectro
que
maduro al inmaduro
y
marchito al muerto.
Yo
que siempre imagino cielo
y
os veo a vos.
Déjame
rosar con mis dedos
tu universo,
mirar
a los luceros
soñar
con mis versos
dilatados
en al aire
en
busca de tu encuentro,
yo
que siempre imagino cielo
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